¿Otro finde igual? Mismo bar, misma charla, mismo plan de siempre. Da igual si es con amigos, en pareja o con compañeros del trabajo, todo empieza a parecer una rutina. Y cuando quieres hacer algo distinto, no sabes ni por dónde empezar.
El paint and sip rompe con eso. Es fácil, original y no necesitas saber pintar. Solo ganas de pasarlo bien, pintar y beber vino en un ambiente cuidado, donde la creatividad fluye, las conversaciones surgen solas y el recuerdo se queda contigo mucho después de colgar el pincel.
¿Qué es un paint and sip?
Un paint and sip es una de las actividades en grupo más originales que puedes hacer en Madrid. Consiste en reunirse con otras personas para pintar y beber vino en un ambiente relajado y creativo. No hace falta tener experiencia en arte, ya que un instructor te acompaña paso a paso para que puedas crear tu propio cuadro, incluso si nunca has pintado antes.
El ambiente suele ser relajado y social, ideal para pasar un buen rato con amigos, en pareja o incluso con compañeros de trabajo. Se hace en estudios de arte, bares o incluso en casa, y normalmente se incluyen todos los materiales que necesitas, como lienzo, pinceles y pinturas.
¿Cómo funciona una sesión?
Al llegar a tu primera sesión de paint and sip, te reciben en un espacio preparado con todo lo necesario: lienzo, pinceles, pinturas, delantal y, por supuesto, una copa de vino u otra bebida. Un artista o instructor te guía durante toda la sesión, explicando paso a paso cómo pintar una obra. Tú sigues las indicaciones, pero también puedes dejarte llevar y añadir tu estilo personal.
Mientras pintas, charlas, ríes, escuchas música y disfrutas del ambiente. La sesión suele durar entre una y dos horas, y al final te llevas tu obra terminada a casa como recuerdo.
7 Beneficios del paint and sip
Más allá de ser un plan divertido, el paint and sip tiene efectos sorprendentes que lo convierten en una de las mejores experiencias originales en Madrid. Aquí te contamos algunos beneficios que no todos conocen:
1. Estimula la memoria visual y la atención plena
Mientras pintas, tu cerebro entra en un estado de focus relajado. Estás tan concentrado en los colores, formas y trazos que sin darte cuenta, entrenas la memoria visual y practicas algo muy parecido al mindfulness. Es una forma natural y divertida de reducir la fatiga mental y mejorar la concentración.
2. Despierta zonas cerebrales dormidas
La pintura activa áreas del cerebro que normalmente están menos implicadas en la rutina diaria. Esto mejora la flexibilidad cognitiva, una habilidad relacionada con la resolución de problemas, la creatividad y la innovación. Ideal si trabajas en entornos donde se requiere pensar fuera de la caja o buscas eventos creativos con amigos.
3. Favorece el vínculo social sin presión
A diferencia de otras actividades originales en grupo, aquí no hay competición ni comparación. Todo el mundo está a su ritmo, con una copa en la mano y pincel en la otra. Esto genera conexión emocional real, ideal para reforzar lazos, incluso entre personas que no se conocen. De hecho, muchas empresas ya lo eligen como parte de sus dinámicas de networking y team building.
4. Aporta satisfacción instantánea y refuerza la autoestima
Terminar una obra, por simple que sea, genera dopamina, la hormona del bienestar. Ese pequeño logro tiene un efecto directo en el estado de ánimo y en cómo te percibes a ti mismo. Por eso muchas personas salen de estas sesiones más alegres y con ganas de repetir.
5. Fomenta la espontaneidad en adultos
En un entorno donde casi todo está planificado o filtrado (sobre todo en redes sociales), pintar sin miedo al error recupera el juego libre y espontáneo, algo que muchos adultos han olvidado. Es una de las claves por las que el paint and sip engancha tanto.
6. Se puede adaptar a temáticas únicas o estacionales
Desde sesiones navideñas con decoración temática para eventos, hasta talleres inspirados en brunch creativos o incluso en fiestas retro con música de los 80. Es un formato ultra versátil.
7. Ideal para probar nuevas ideas sin miedo al “fracaso”
El paint and sip invita a probar sin presión, lo que lo convierte en un espacio seguro para experimentar. Muchos lo utilizan como una especie de workshop de creatividad, donde surgen nuevas ideas para eventos sin necesidad de ser artista.
Ideas para personalizar tu paint and sip
Una de las cosas más divertidas del paint and sip es lo fácil que es adaptarlo a tu estilo o tipo de evento. Si quieres que tu sesión sea algo más que pintar y beber vino, aquí van algunas ideas para hacerlo único.
- Elige una temática: podéis pintar algo que tenga un significado especial para el grupo: una ciudad, una fecha importante, autorretratos con estilo pop art o incluso reinterpretar obras famosas con un toque personal.
- Incluye un dress code: algo sencillo como ir todos de un color, con accesorios divertidos o temática retro suma mucha personalidad sin complicaciones.
- Combínalo con otra experiencia: empieza con un brunch, termina con una cata de vinos o añade un pequeño juego.
- Cierra con algún detalle: una pequeña exposición de los cuadros al final, fotos estilo Polaroid o incluso diplomas graciosos que conviertan el evento en un recuerdo aún más especial.
Pequeños detalles, grandes diferencias. Así se convierte un paint and sip en Madrid en un plan realmente inolvidable.
¿Por qué elegir nuestro local para tu paint and sip en Madrid?
Si has estado buscando un sitio para tu evento, mirando fotos de locales que no dicen nada o llamando donde nadie sabe responderte bien. En Malavita lo hacemos distinto. Aquí no alquilas un lugar. Creas experiencias originales en Madrid.
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No importa si necesitas alquilar un local para cumpleaños, celebrar una comida de empresa o una quedada con amigos. Si vas a organizar un paint and sip en Madrid, hazlo donde los planes tienen alma. Hazlo en Malavita. Porque aquí no vienes a cumplir. Vienes a sorprender.
